Jao Moon

La vida del fuego (2022) es una performance que Jao Moon creó para la exposición colectiva “Esto no es un entierro, es una resurrección”, en la Haus der Kulturen der Welt. Su práctica se basa en su experiencia de crecimiento en la periferia marginada de Cartagena (Colombia). Vivir en un entorno de resistencia constante le transformó en un cuerpo político y le hizo cuestionar el orden social predominante. En esta obra, se colocan velas en una máscara en la cabeza, moviéndose lentamente por una habitación. A medida que las velas se derriten, la cera deja marcas en su piel. En este ritual entre el dolor y el placer, busca descolonizar la memoria ancestral a través del fuego.